El momento de que el alcalde de Castuera dimita ha llegado, según puso ayer de manifiesto el presidente provincial del Partido Popular de Badajoz, Francisco Javier Fragoso, tras conocerse la sentencia que condena a tres años de prisión, por acoso laboral a un trabajador municipal, al regidor socialista Francisco Martos.
Por su parte, Carlos Carrillo, portavoz y presidente local del PP de Castuera, indicó que se trata de «una situación injusta que Martos siga al frente del Ayuntamiento de Castuera, cuando el juzgado y la sentencia son contundentes y han puesto en tela de juicio y han reprobado su legitimidad» como primer edil.
El PP de Castuera, ha añadido Carrillo, solo quiere que la gestión municipal «sea justa y transparente para todos los vecinos; unos vecinos que no se merecen que cada vez que escribas Castuera en google aparezcan las sentencias de condena a su alcalde o sus juicios pendientes. Queremos que se limpie la imagen de Castuera y creemos que Martos no está legitimado para seguir siendo su alcalde».
En opinión de Fragoso, la sentencia «no se puede circunscribir al ámbito administrativo donde cualquiera con responsabilidades públicas está sometido a poder cometer un error y tener el reproche de ser corregido por la Administración de Justicia, sino que es una sentencia penal que reprocha es un acoso laboral, un delito de lesiones que ha sufrido un trabajador».
Para Fragoso «el PSOE no puede esconder la cabeza esperando una segunda instancia, sobre esta sentencia», a la vez que añade que «está muy bien que los socialistas quieran esperar para ver si Francisco Martos debe o no entrar en la cárcel, pero desde el punto de vista político no es presentable que siga representando a su pueblo quien se demuestra a través de grabaciones y hechos como trataba a un trabajador municipal».
Según el presidente provincial popular se trata de una sentencia de 59 páginas «suficientemente fundamentada». Fragoso ha recordado que la sentencia recoge cómo en 2008 el arquitecto de Castuera «se niega a realizar un informe como el alcalde quería».