Fallece Bartolo Haba, hostelero pionero de la actual Playa de Medellín

bartolo haba
Bartolomé Haba Daza, hostelero de Medellín y pionero de la actual playa de Medellín, ha fallecido este miércoles, 20 de septiembre, a los 91 años de edad. Ha muerto en el Hospital Comarcal Don Benito-Villanueva tras agravarse su estado de salud en las últimas horas. Llevaba ingresado en este centro hospitalario desde el pasado 2 de septiembre.
Nació en Medellín, en el seno de una familia dedicada a la agricultura, siendo el sexto de diez hermanos. Como muchos niños de su época, abandonó a temprana edad el colegio para ayudar a su padre y hermanos en las tareas del campo.
Bartolo hizo el servicio militar en Madrid, donde conoció al cantaor Pepe Marchena, uno de sus ídolos, con quien entabló una buena amistad. En 1958 contrajo matrimonio con Josefa Jiménez, con quien tuvo cinco hijos, uno de ellos es precisamente el fundador de este medio, Raúl Haba.
Dejando a tres pequeñines con su esposa en Medellín, a mediados de los 60, y también como tantos extremeños, emigró a Alemania. En el país germano trabajó como picador en una mina de carbón. Fue víctima de un derrumbamiento en una de las galerías. Tras varios días debatiéndose entre la vida y la muerte en un hospital de Alemania, logró salvar su vida, aunque las lesiones le dejaron secuelas que le dificultaron la realización de tareas físicas.
De regreso a España ya no pudo trabajar en el campo porque esas secuelas físicas eran incompatibles con el duro esfuerzo físico que requerían las faenas agrícolas. Fue entonces cuando montó una pequeña taberna que rápidamente tuvo mucho éxito gracias a las manos de su mujer en la cocina y a su trato cordial con los clientes. Otro secreto del éxito fue disponer de uno de los primeros televisores del pueblo. La taberna se llenaba de gente para ver las películas de la época, los partidos de fútbol o las corridas de toros.
En el año 1966 decidió también montar un chiringuito a orillas del Guadiana en Medellín, siendo visionario, el pionero de la actual playa en el emplazamiento que hoy tiene. Hasta ese momento, los negocios y la zona de baño se situaban aguas arriba del puente viejo. Bartolo dijo que no quería molestar a ningún negocio aguas arriba y decidió ubicar su caseta aguas abajo, donde no había nadie, en lo que es la actual playa de Medellín. Al principio le tacharon de loco y atrevido, pero rápidamente, y gracias a los mismos secretos de su taberna (la buena cocina y el buen trato), comenzó a ganarse a la gente. Tras dos veranos solo como empresario en ese lugar, año a año se fueron sumando más chiringuitos en la zona hasta que muchos años después dicho enclave se convirtió en referencia del ocio con multitud de casetas, discotecas de verano, etc, siendo fuente de muchos puestos de trabajo para la localidad.
Mientras tanto, en los años 70 también montó el Bar Mesón en el centro del pueblo y la discoteca La Abuela, que fue todo un fenómeno año tras año para la diversión de la comarca. Tras una vida dedicada al campo y a la hostelería, acabó jubilándose, disfrutando junto a su esposa de su retiro en su campo y conociendo muchos lugares de España gracias a los viajes de los mayores, especialmente los del Imserso, haciendo en definitiva lo que no había podido hacer en su infancia y juventud debido al trabajo: divertirse.
El cadáver ha sido trasladado al tanatorio Virgen de los Ángeles, de Medellín, junto al cementerio de la localidad. El funeral se oficiará a las 19.00 horas de este jueves 21 en la iglesia parroquial de Santa Cecilia de Medellín.

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